Jodi ha rescatado a muchos animales a través de su trabajo con Three Little Pitties Rescue, pero admite que Abel fue “uno de los perros más tristes que he visto”. Ella dice que el perro calvo y hambriento había sido observado durante semanas por la gente, pero nadie quería ayudarlo. Pero ella sí, y llevó al perro callejero a casa.
Tomó algunas semanas para que la cola de Abel se moviera y para que él sintiera que podía confiar en ella y en su familia. Pero a medida que pasaban las semanas, Abel recuperaba su fuerza y pelaje. Y justo cuando estaba a punto de ir a su familia para siempre, sufrió un contratiempo.
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Abel contrajo moquillo canino y Jodi no estaba segura de que fuera a sobrevivir. Pero una vez más, Abel demostró cuán fuerte es y logró salir adelante. Y gracias a Dios que lo hizo, porque ahora Abel tiene una vida maravillosa con Eric, Ali y su hermano Wally.
