Una Visión de Compasión: Un Hombre Cambia Todo por una Pequeña Perrita Abandonada en un Mundo que Ella No Puede Ver.

“Nunca adivinarías que no tiene ojos.”

Hace tres años, mientras caminaba por un parque cerca de su hogar en México, una mujer se encontró con una escena desgarradora.

Allí, temblando completamente sola junto a una cerca de malla, había un perro abandonado. Agravando ese descubrimiento angustioso estaba el hecho de que la pobre cachorra había sido dejada para arreglárselas sola en un mundo que no podía ver.

Una mirada más cercana reveló que el perro no tenía ojos.

Incapaz de llevar a la perrita a casa por sí misma, la mujer que la había visto recurrió a las redes sociales, publicando un llamado de ayuda en Facebook.

Fue allí donde Mauricio Pérez se enteró por primera vez de su situación.

Aunque nada podía devolverle la vista a la perrita, Pérez se comprometió a sanar su alma.

Pérez llamó a la perrita Concha, y comenzó el trabajo de ganarse su confianza.

“Fue un proceso”, dijo Pérez. “Le dimos tiempo para que supiera que estaba segura, acariciándola todos los días hasta que comenzó a dejar de tener miedo”.

Con el tiempo, a medida que la timidez de Concha disminuía, fue reemplazada por comodidad y confianza.

La luz del amor había logrado penetrar la oscuridad del mundo de Concha.

Inicialmente, Pérez equipó a Concha con un implemento llamado “halo” para evitar que chocara con cosas mientras navegaba por su nuevo hogar. Pero pronto aprendió a moverse por la casa sin él.

“Ella sabe dónde está cada puerta y cada mueble”, dijo Pérez. “Sabe dónde están sus platos de comida y agua. Es súper inteligente. Nunca adivinarías que no tiene ojos”.

Lo mejor de todo, Concha siempre sabe dónde encontrar cariño.

“A ella le encanta estar junto a las personas”, dijo Pérez.

Han pasado tres años desde que Concha fue abandonada para enfrentar el mundo sola. Pero ahora es prácticamente irreconocible respecto a su antiguo yo, gracias al amor y cuidado de Pérez.

“Ella está muy bien, feliz y saludable”, dijo Pérez.

Concha había encontrado un amigo para siempre en Pérez, al igual que él en ella.

“Concha significa mucho para nosotros”, dijo Pérez. “Ella cambió nuestras vidas. Y estoy muy feliz de que pudimos cambiar la suya”.