La naturaleza nunca deja de sorprender. Siempre parece estar sucediendo lo inesperado. Es siempre genial presenciar o ver interacciones únicas entre animales que normalmente no interactúan.
Los conejos y las serpientes son dos animales muy diferentes que a menudo se encuentran en los mismos hábitats. Mientras que los conejos son herbívoros que se alimentan de plantas, las serpientes son carnívoras y se alimentan de pequeños mamíferos, aves y otros reptiles.
No es raro que los conejos se defiendan contra las serpientes, especialmente cuando se sienten amenazados. Los conejos tienen patas traseras fuertes que utilizan para saltar y correr, y también pueden dar poderosas patadas con sus patas traseras. Estas patadas pueden ser suficientes para alejar a una serpiente, que puede ser peligrosa para un conejo.
Las serpientes son conocidas por ser cazadoras oportunistas; comerán cualquier presa que puedan encontrar. Se alimentan de pequeños mamíferos, aves y otros reptiles, pero también se alimentan de insectos, gusanos y otros invertebrados. Si una serpiente no puede atrapar a su presa, pasará a otro objetivo. Como muchos animales, las serpientes se centran en los más débiles, como los crías de conejo.
Este video muestra una serpiente grande acostada sobre algunas crías de conejo.
De repente, la madre coneja viene corriendo y salta directamente sobre la serpiente.
La serpiente intenta ignorarla, pero la madre implacable hace que la serpiente dirija su atención hacia ella, y comienzan una batalla salvaje.
La serpiente se desliza e intenta atacar al conejo, que lanza una lluvia de patadas todas golpeando a la serpiente. Ambos ruedan alrededor como si estuvieran enredados.
El conejo tiene más por lo que luchar y finalmente persigue a la serpiente hasta expulsarla.
El amor de una madre tiene mucho poder detrás de él.